Mi historia
Todo empezó el día en que perdí a mi padre. Hacía tiempo que sabía que se iría pronto, pero nunca estamos preparados para decir adiós a quien queremos. Y el día que se fue me entregó el regalo más bonito: sentir el amor libre de apegos. Entendí, con mucho dolor, que tenía que irse. Y después de esto, entré en crisis. Una gran crisis.
Me di cuenta que había creado una vida que no iba conmigo, que llevaba tiempo alejada de mi misma, de mi esencia y que me había ido apagando poco a poco. Así que decidí soltar todo lo que no iba conmigo y volver a empezar. Un tiempo después, había cambiado la ciudad por un pueblo, el trabajo en el hospital por un centro de salud, mi entorno social se reordenó y encontré a mi compañero de vida.
Todo este huracán se mezcló con mis problemas de salud: cada vez se me hinchaba más la barriga, tenía dolor menstrual, siempre estaba cansada…Busqué respuestas pero no las terminé de encontrar. Y decidí volver a estudiar para encontrar las respuestas y poder tratarme.
Me formé en psiconeuroinmunología (PNI), en aromaterapia clínica, en trastornos funcionales digestivos y microbiota. Conseguí entender el origen de mis problemas y mejorar por fin mi salud. Empecé a ayudar a personas de mi entorno que también tenían problemas digestivos y poco a poco fueron mejorando.
Después de ésto, me di cuenta que si quería ayudar a una mujer con problemas digestivos, necesitaba conocer en profundidad todo lo relacionado con el ciclo menstrual y la salud hormonal femenina porque, muchas veces, van de la mano. Con lo cual, me formé en salud de la mujer y, tengo que decir, que me enamoré.
Somos fantásticas.