Barrera intestinal y permeabilidad intestinal: las claves para un intestino saludable (parte 1)
Imagina tu intestino como una gran muralla que nos protege de todo lo que puede entrar a nuestro cuerpo desde el exterior a través de la boca. Esta muralla la llamamos barrera intestinal y es esencial para evitar el paso de toxinas y bacterias patógenas (malas) dentro del cuerpo. Aparte de protegernos, necesitamos que esta muralla de vez en cuando abra sus puertas para que puedan entrar los nutrientes que necesitamos. A esto lo llamamos permeabilidad intestinal. Pero, ¿qué sucede cuando esta barrera intestinal se debilita?
Si no tuviéramos ninguna barrera de defensa, cualquier microbio o sustancia tóxica que incorporáramos al comer o beber nos podría causar alguna infección o problema grave. Para que no nos pase esto, nuestro cuerpo tiene distintas barreras de defensa, como por ejemplo: la saliva, la mucosa nasal, los jugos gástricos del estómago, la bilis que secreta la vesícula biliar, los jugos pancreáticos y, por supuesto, la barrera intestinal.
¿Qué es la barrera intestinal?
La barrera intestinal es un conjunto de capas en nuestro intestino que nos protege de microorganismos y sustancias perjudiciales. Estas capas son:
Una capa de moco donde vive la microbiota y se liberan sustancias de protección (proteínas antimicrobianas e IgA). A la vez, esta capa de moco impide que las bacterias entren más y pasen a la circulación sistémica.
Capa de células que dan consistencia a la barrera con unas funciones muy concretas y que además tienen nombres difíciles de recordar: enterocitos, células caliciformes, células de Paneth, células M o Microfold y células enteroendrocrinas. Por ejemplo, las células caliciformes producen el moco para la capa de moco (concretamente fabrican mucina) y las células enteroendocrinas fabrican sustancias que seguramente te suenan como la melatonina y la serotonina. Además, esta capa hace la función de filtro, es decir, permite el paso de nutrientes, agua, iones…pero impide el paso de bacterias y toxinas.
Capa que se llama “lámina propia”, que es donde se encuentran las defensas del sistema inmunitario preparadas para atacar si es necesario.
Siguiendo con la metáfora de la muralla, en la Figura 1 podríamos decir que el jardín de fuera de la muralla es la capa de moco, la muralla son las células epiteliales y los soldados son las defensas que se encuentran en la lámina propia.
Las puertas de la muralla por donde entran los nutrientes que necesitamos corresponderían a la uniones estrechas (tight junctions), uniones adherentes y desmosomas, que son unos elementos super importantes en el mantenimiento de la barrera intestinal y en la permeabilidad intestinal.
En la Figura 2 tenemos la versión científica. La capa verde representa el moco con bacterias, sIgA (inmunoglobulina A secretora), AMPs (péptidos antimicrobianos) y antígenos alimentarios.
A continuación tenemos las células epiteliales unidas entre sí por complejos de unión: TJ (uniones estrechas), AJ (uniones adherentes) y desmosomas.
En la parte más inferior tenemos la lámina propia con las células inmunitarias (de defensa): células T, células B, células dendríticas y macrófagos.
¿Por qué es tan importante la barrera intestinal?
Ahora que ya hemos visto cómo es la barrera intestinal podemos decir que una barrera intestinal saludable es fundamental para:
Absorber los nutrientes: permite que los nutrientes de los alimentos sean absorbidos y utilizados por el cuerpo.
Protegernos contra infecciones: impide que bacterias y otras sustancias dañinas entren en el cuerpo.
Regular la inflamación y activación del sistema inmunitario: contribuye a mantener un equilibrio adecuado entre las sustancias que pueden pasar a la circulación y las que no deberían, activando una respuesta inflamatoria y del sistema de defensas para atacar si es necesario.
Mantener una microbiota equilibrada: La microbiota intestinal es fundamental para nuestra salud y dentro de sus funciones encontramos: la digestión de fibra produciendo ácidos grasos de cadena corta como el butirato (muy beneficioso), la producción de vitaminas B y K, la protección ante patógenos (microorganismos malos), desarrollo del sistema inmune (nuestras defensas), interactúa entre el eje intestino-cerebro…entre muchas otras funciones.
¿Qué pasa cuando la barrera intestinal se debilita?
Antes te comentaba que la barrera intestinal permite la absorción de los nutrientes, para que esto sea posible necesitamos que nuestro intestino sea permeable. Cuando la barrera intestinal se debilita se genera un exceso de permeabilidad que llamamos hiperpermeabilidad intestinal.
La hiperpermeabilidad intestinal se relaciona con enfermedades como: síndrome del intestino irritable (o colon irritable), enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y celiaquía.
En la parte 2 de este artículo te explicaré mejor qué es la permeabilidad intestinal y la hiperpermeabilidad intestinal y también hablaremos de los síntomas.
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